
Mi madre nos regaló chocolates y caramelos, recordando la costumbre de casa, de cuando mi hermano y yo éramos niños. En ese entonces nos los escondían en cada una de nuestras habitaciones, ahora mi madre modernizó la tradición e hizo unas bolsitas súper cuchis con lazo y todo. Una belleza.
Pero Helge y yo nos quedamos con las ganas de celebrar como habíamos planeado. Fuimos al supermercado a comprar los huevos y ¿adivinen?... por esas cosas de la V República ¡no había!
Así que Felices Pascuas con foto genérica... pero felices...
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