En Bogotá es muy común ver a la gente rumbeando dentro de las chivas recorriendo los lugares de moda. A nosotros nos tocó de día, entonces dimos un paseo que nos llevó hasta La Candelaria y luego hasta una colina llamada La Paloma, escuchando y cantando vallenatos y música popular muy vieja a todo volumen.
Nuestro guía nos hizo disfrutar un montón, tanto como los letreros que había dentro de la chiva: "Barra abierta", "Se vende cerveza y aguardiente también"... había uno con errores de ortografía (completamente a propósito) pero lamentablemente ni lo anoté, ni lo recuerdo bien.

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