Ya ni me acuerdo cómo y cuándo conocí a Andrea Herrera. Tuve la oportunidad de trabajar un tiempo con ella y de verdad que le tomé un cariño inmenso. Súper colaboradora, sensible y trabajadora -como una abejita- ha estado sumergida durante mucho tiempo en el mundo del periodismo deportivo y el marketing en general.
Sinceramente envidio (de forma muy positiva) su hoja de vida laboral, ella es un cargamento de experiencia, buen trato y se desvive por atender muy bien a sus clientes, es una relacionista pública nata. A Andrea la tengo en alta estima, la cuento como uno de mis modelos preferidos en el difícil ámbito de las comunicaciones y sé que la buena estrella va a seguirle brillando durante toda la vida.
09 marzo 2007
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