Definitivamente no es una obra tonta, y eso fue lo que más me impactó. Debo decir que Cleopatra y el niño Faraón, montaje del grupo teatral Colibrí -conformado por niños que aprenden expresión corporal- es totalmente fascinante.
Fui a ver la obra el fin de semana pasado con mi mamá y es deslumbrante la dirección de arte (obviamente, es concepción de Silvianés Vallejo, una mujer exigente y maravillosa con quien hice un taller hace años cuando yo andaba en mis épocas de participar en el Viart). Los chamos se destacan en sus papeles, de hecho hay un grupete que hace de perros y gatas que son para morirse de risa.
La dirección es de Manuel Ascensao y participan entre otros actores, Ámbar Díaz, quien para estar de estreno en las tablas pues lo hace muy bien. Los niños protagonistas son lo máximo, pero, lo que más le gustó a los pequeñines que tenía a mi lado fue un flacuchento camello que ponía esa nota graciosa que tanto gusta a los infantes de ahora.
La obra se está presentando en el Teatro Luisela Díaz del Caracas Theater Club de San Román, hasta finales de octubre, todos los sabados y domingos a las 3 y a las 6 de la tarde. ¿La entrada? Son Bs. 30 mil.
02 septiembre 2007
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