Mi abuela tiene su propio "ewok". Anda suelto por toda la quebrada de Los Chorros y suele descansar en el árbol de aguacate que está en el jardín de la casa. Parece un bebé escapado de un episodio de Star Wars. Es muy pequeño y muy cute -como diría Helge-, tiene pelos grises en distintos tonos y unos ojos marrones y pequeñitos que enamoran. Confieso que en los años que viví allí nunca ví a las perezas que dice mi tía se guindaban a dormir en la mata de aguacate. Hoy mientras visitaba a mi abuela de noventa y ocho años tuve el privilegio de ver cómo éste pequeño travieso trepaba por las rejas del jardín sin tenerle miedo al ruido de la cámara de mi celular. Pude acercarme sin problemas mientras él seguía en su andar y me miraba fijamente con sus ojos soñolientos. ¡Hasta posó para mí! Sin duda este fue mi gran privilegio del día... lo mejor es poderlo compartir con todo el universo mediante estas gráficas.
2 comentarios:
Te felicito chacma por tu ewok y por la abuelita del ewok que lo tiene bien atandido, su belleza y paciencia lo merecen. Gracias tambièn por las hermosas fotos de mi parque de los Chorros.
Dios te siga dadndo un alma natural. Andrés
Gracias por tus comentarios Andrés! Salud!
Mo
Publicar un comentario