Caminata retro-étnica

Me hubiera gustado ir pero he pasado las últimas doce horas de mi vida con fiebre intermitente y dolor en los huesos... es esa influenza fastidiosa que tiene a todos atacados en Caracas.
En Ocumare del Tuy celebran hoy la caminata de La Escolta de los Indios Coromotanos, una manifestación cultural religiosa que prometo ver con mis propios ojos algún día. Tienen sesenta y seis años haciéndola y para hoy esperaban unas tres mil personas. La misma es en memoria de la aparición de la Virgen de Coromoto al cacique de Cospes y su tribu en Guanare (hace más de 350 años) y por ello todos los asistentes a la celebración retoman la moda de nuestros ancestros y se visten a la usanza indígena para caminar unas cinco horas.
El evento precedido por la imagen de la Virgen (que viaja en una carroza hecha de palmas y frutas locales) es un hermoso desfile de pieles morenas de sol, pinturas ecológicas, collares de semillas, coronas de plumas y textiles artesanales... la gente se moviliza a pie o a caballo y llega desde poblaciones aledañas como Paracotos y hasta de la capital.
En paralelo van otras carrozas -más de una docena- con jóvenes e infantes que simbolizan los distintos territorios de Venezuela, la inocencia de los indígenas y los coros celestiales de la patrona. Además el señor Jesús Tereso Sánchez (que ha dirigido la caravana estos sesenta y seis años, desde que él tenía quince) pone orden entre el gran cúmulo de penitentes que asisten.
La Escolta de los Indios Coromotanos que es Patrimonio Cultural del estado Miranda, y que este año se inicia con una misa celebrada por el obispo de Los Teques, se realiza anualmente el domingo siguiente al miércoles de ceniza, para purificar a la gente luego del desmadre carnestolendo. La tradición vió la luz en 1941 gracias a Monseñor Rafael Pérez Léon y va acompañada de los símbolos patrios pidiendo bendiciones especiales para nuestra gente.

P.D. Siempre que busco fotos de tradiciones venezolanas, me cuesta un montón. Estas pequeñitas las tomé de las páginas web del Diario La Voz, el Ministerio de la Cultura y La Ruta Mirandina. Ojalá el año próximo pueda tener unas tomadas por mí.