En el piso superior del Museo del Oro en Bogotá, me encontré este montaje que no pudo ser más oportuno. Los colombianos que buscan ponerle fin a una guerra que, aun hoy deja estragos en su concepto de colectivo, tienen muchas propuestas en los espacios urbanos y artísticos con el fin de promover la integración.
Las distintas etnias, y los distintos pueblos que hacen vida en Colombia están representados en estos muros acrílicos penetrables, en los que los niños se dan gusto corriendo tal y como si se tratara de un laberinto. Hermoso y replicable.
10 noviembre 2010
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