17 diciembre 2006

Burger King vs. Mc Donalds

La competencia entre estos dos monstruos de la comida "rápida" es sin duda impresionante. Esta semana Helge y yo tuvimos la dicha (o desdicha) de comparar.
Fuimos a comer hace 30 minutos a la feria de Beco en Chacaíto, estaba antojada de comerme un perro caliente pero al llegar al sitio donde generalmente los compro me encontré que, ya no había disponibilidad de este manjar callejero para satisfacer mis deseos digestivos. Helge extrañamente decidió no comer en Pollo Graduado, y optamos por compartir dos gigantescas hamburguesas de esas que están magníficamente fotografiadas en el menú de Burger King (y que como toda publicidad, incluída la de Mc Donalds, se aleja de la verdadera forma de existencia del producto en cuestión).
Luego de decicidir entre la múltiple oferta de combos, nos dedicamos a esperar para hacer nuestro pedido y cancelar en la caja.
La chica que atendía en nuestra fila se fue a hacer unas hamburguesas, la joven de la otra caja decidió dedicarse a cuerpo y tiempo completo a verificar que el pedido de una persona estuviera acertado (después de que la supervisora ya lo había revisado)...
Esperamos, esperamos, esperamos... (Tic-tac, tic-tac)...
Finalmente puse cara de pocos amigos y dije "por favor un combo 9" con Coca Cola y aros de cebolla.
-"No hay aros de cebolla".
-"OK no importa".
Luego pedí el Combo Salvaje que estaba en promoción y que ya saboreaba Helge en su imaginación...

-"No hay", dijo la cajera, "solo combos 1, 4 y 9"...
-"OK, que sea otro 9", respondí.
A la hora de salir el pedido le digo a la chica "por favor me puedes dar...".
-"¡No hay mayonesa!", adelantó.
-"...Un poco de mostaza es lo que quiero"... y listo, salimos con nuestra bandeja dispuestos a devorar esas gigantescas hamburguesas, que creo no son de Hamburgo, sino más "gringas" que el Tío Sam, (pero así somos los venezolanos, sincréticos hasta la médula, de hecho creo que a estas alturas podríamos decir que la hamburguesa es más venezolana que la arepa).
Pero después del dilema de la negación (del "No hay ná'") descubrimos que la Coca Cola no tenía gas... Helge las fue a cambiar, regresó con dos Coca Cola nuevas y ¡sorpresa! tampoco tenían gas. El insistente alemán volvió a la barra a solicitar reemplazo por lo que habíamos pagado.
-"Es que la máquina está dañada"...
-"¿Y por qué venden algo así entonces?, por favor dos botellas de agua mineral".

Cuando Helge regresó a la mesa ya yo había acabado con las papitas y mi hamburguesa, y nada de aquello de soñar con Coca Cola... (pero mejor así, el agua es definitivamente elixir para dioses).

Helge y yo, a principios de semana, y bajo una llovizna extrañísima fuimos a desayunar en Mc Donalds, ese que está en Chacaíto también justo frente a Beco.
Helge pidió un café negro grande, y un pan con queso y tocineta. Yo me conformé con un jugo de duraznos. (Ya estando en la mesa) upps! el café era con leche, y luego de ir a cambiarlo y de Helge haber mordido su pan... upps! tampoco tenía tocineta. Mi jugo afortunadamente era de duraznos, o por lo menos parecía agua con sabor lejano a duraznos. Un remojado de duraznos como decía cuando era adolescente.
¡Ohh Mc Donalds, nada que envidiarle a Burger King, dos pedidos errados de tres solicitados!
Moraleja: Si se quiere comer bien hay que comer en casa, es más nutritivo, más sano y uno puede estar seguro completamente de la calidad del producto y del servicio, ese del que adolecemos los venezolanos en la calle, ese que al faltar no nos deja convertirnos en una potencia turística, ese servicio que todos ansiamos y que estamos aún tan lejanos de alcanzar.
Pero yo definitivamente entre Burker King y Mc Donalds, ¡me quedó con ninguno!

1 comentario:

Anónimo dijo...

les recomiendo ver el sitio: www.mundoversus.com donde se esta tratando justamente este tema de una manema muy innovadora.
Saludos.