Me alegré muchísimo cuando leí en El Universal que entre ciento cuarenta y siete manifestaciones del Municipio Chacao que fueron declaradas bienes culturales de la región, estaba nuestro querido Filippo, acompañante de noches de pre-rumba y múltiples after office.
Y es que habitante de esta urbe que nunca haya comido en el puestico de Filippo Acosta no puede preciarse de llamarse caraqueño.
Con cuarenta años vendiendo perros calientes sencillitos en la avenida San Juan Bosco frente a la Plaza Francia en Altamira, Filippo y su propuesta son más venezolanos que nada. De origen italiano, prepara su conocida bala gastronómica de raíces anglosajonas, acompañándola con jugo de piña, exótica fruta proveniente de Brasil. Y es que así somos los venezolanos, un cúmulo de tradiciones de distintas latitudes, sintetizadas en un tono relamente propio.
De esta manera Filippo continúa noche a noche, hasta las 11:00 nada más, combinando pan, salchichas y salsa para saciar a todo aquel que pare a degustar su suculento manjar. Y es que ahora, donde antes hubo café, montones de perros calientes quedan...
15 enero 2007
Donde hubo café, perros calientes quedan
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2 comentarios:
así es, el filipo... los perro caraqueños, por lo menos él es una institución.... te imaginas al Filipo con un Blog?....
Para el nombre de mi Blog, me inspiré en lo que dice la mayoría al llegar a un perrero, y que me identificara con Caracas... "dame uno con todo"...
Y sabes qué?... me gustaron full tus post...
Jojojo... me gustó la idea del blog de Filippo!
En cuanto a tu blog, estuve revisando y me encantó... las fotos comentadas son lo mejor, ni hablar de la "Poda".
Encantada de que te gusten mis post... por aquí seguiré de a raticos. Salud!
Mo
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