BIG BANG BIG BOOM - the new wall-painted animation by BLU from blu on Vimeo.
30 julio 2010
Negra colombiana
Quienes me conocen saben cuánto me agradan las cervezas negras. En Venezuela desaparecieron hace un montón de tiempo cuando Stout y Bock se esfumaron del mercado. Aquí en Colombia me encontré con esta de marca Colón. Muy rica, refrescante (yupi!).
También hay cerveza rubia y roja del mismo sello (prometo probarlas, aunque las cervezas rojas no son precisamente las que más me gustan). El chico de la licorería donde la compramos dijo que la hacían aquí en la capital (cosa que no he confirmado, pero aquí soy bloggera y no periodista), y que había otras negras igualmente buenas en Colombia.
El sombrero de gajo de mandarina, fue una travesura de mi marido, mientras yo hacía la foto.
También hay cerveza rubia y roja del mismo sello (prometo probarlas, aunque las cervezas rojas no son precisamente las que más me gustan). El chico de la licorería donde la compramos dijo que la hacían aquí en la capital (cosa que no he confirmado, pero aquí soy bloggera y no periodista), y que había otras negras igualmente buenas en Colombia.
El sombrero de gajo de mandarina, fue una travesura de mi marido, mientras yo hacía la foto.
17 julio 2010
Contrapunteo entre tacones y cascos
Me encanta escuchar el sonido de los cascos de los caballos trotando por el pavimento a toda hora del día. Es un sonido que me reconforta, que me hace sentir parte de la tierra, y me hace olvidar mi presencia en la metrópoli.
Una de las cosas que me gusta de Bogotá es esa, el contraste divino entre lo vanguardista y lo rural. Ese magnífico contrapunteo entre tacones y trote animal, que escucho a diario, justo frente a mi casa.
En esta ciudad avanzada, en la que conviven en armonía los aires coloniales, bohemios y futuristas, pululan los chatarreros y sus improvisadas carretas tiradas por caballos o asnos. Puedes verlos en las calles de La Candelaria, o incluso en las grandes avenidas (como ayer mientras iba absorta en mis pensamientos viajando en el Transmilenio).
También puedes ver las mullidas llamas, destinadas a pasarse la vida sonriendo ante las cámaras de sus dueños en la Plaza Bolívar o en la subida a Monserrat. Todo para ganarse el sustento junto a sus amadas crías.
En fin, amo esta ciudad, la misma de rumbas con nariz levantada y chatarreros trabajando a caballo.
Una de las cosas que me gusta de Bogotá es esa, el contraste divino entre lo vanguardista y lo rural. Ese magnífico contrapunteo entre tacones y trote animal, que escucho a diario, justo frente a mi casa.
En esta ciudad avanzada, en la que conviven en armonía los aires coloniales, bohemios y futuristas, pululan los chatarreros y sus improvisadas carretas tiradas por caballos o asnos. Puedes verlos en las calles de La Candelaria, o incluso en las grandes avenidas (como ayer mientras iba absorta en mis pensamientos viajando en el Transmilenio).
También puedes ver las mullidas llamas, destinadas a pasarse la vida sonriendo ante las cámaras de sus dueños en la Plaza Bolívar o en la subida a Monserrat. Todo para ganarse el sustento junto a sus amadas crías.
En fin, amo esta ciudad, la misma de rumbas con nariz levantada y chatarreros trabajando a caballo.
07 julio 2010
Oportuno en tiempo de fútbol y tiranía
Mi corto de animación favorito... Se titula Balance y es de 1989.
Cualquier parecido con la realidad venezolana es pura coincidencia.
Cualquier parecido con la realidad venezolana es pura coincidencia.
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